El videojuego basa sus fortalezas en explotar el esquema que Infinity Ward ensambló con su primer título bélico sobre la guerra, y que se ha convertido en algo así como "las tablas de la ley" del género. Treyarch infunde su toque, sí, y fulmina elementos, añade otros... aunque siempre con la intención de conservar intacto el sello de identidad de la saga: Acción de enorme fuerza cinematográfica, combates aparatosos, un apartado visual muy potente y cuidado, y una atención especialmente acusada por todo lo tocante a la vertiente on-line.
Con un ritmo trepidante y una narrativa al más puro estilo hollywoodiense, este shooter bélico pone una vez más el listón tremendamente alto a todos los estudios que buscan probar fortuna en el género, y también vuelve a reafirmar la fortaleza de la franquicia deActivision en el universo shooter.
La campaña, como es tradicional en las series, apuesta por una intensidad con la que pocas franquicias de acción pueden rivalizar. Esto se consigue con una experiencia breve, que en dificultad normal puede durarnos entre cinco y siete horas según nuestra habilidad. Cabe matizar, como siempre en la saga, que la duración aumentará exponencialmente si apostamos por la dificultad Veterano, donde la experiencia Call of Duty se saborea verdaderamente por la dureza y resistencia de la IA. Como es costumbre, además, los títulos de la saga que desarrolla Treyarch son siempre algo más difíciles que los de Infinity Ward, de modo que la experiencia en el nivel máximo de dificultad es un reto desafiante, arduo y también, por qué no decirlo, en ocasiones incluso rayano en lo frustrante.