Para todos aquellos que hayan visto las
películas de Las Crónicas de Riddick o su precuela, Pitch Black, tanto la ambientación como los personajes les resultarán muy familiares. Situar cronológicamente la historia que sucede en La Fuga de Butcher’s Bay es sencillo, pero los acontecimientos que suceden en el juego pueden parecer que contradicen en cierto sentido lo que hemos visto en las películas (sobretodo al principio), por lo menos en una de ellas. No obstante, la realidad es que EFBB amplía el universo Riddick y encantará a todos los fans de la franquicia.
Si algo destacaría por encima de todo serían las texturas, impresionantes a todos los niveles. Desde la armadura de Abott hasta los lavabos, los alienígenas, los dwellers, las armas, las paredes, los escenarios en general, el cielo anaranjado, los modelados de las armas, el robot de batalla, los impactos de bala con el borde rojizo indicando la temperatura del proyectil con el que se había efectuado el disparo, la “visión nocturna” de Riddick, el suave cambio de tono cuando estamos en modo oculto… hasta el diseño de los menús es fabuloso.
Vale la pena destacar el increíble aspecto cinematográfico con que se ha dotado el juego: cambios a tercera persona en el momento de subir o bajar una escalera, a la hora de agarrarse a cualquier saliente o cuando recibimos una “inyección” de salud. Muy vistoso y funcional. Lo cierto es que realmente tenemos la impresión de estar manejando a Riddick; tal vez no tan exagerado como en “Breakdown” pero lo cierto es que la sensación de poder que da ser Vin Diesel es impresionante. La física de los personajes está muy bien trabajada, con un gran trabajo en la captura de movimientos y un excelente uso del motor del propio juego. El excelente uso de las luces y las sombras también da una tremenda sensación de realismo, con sorprendentes reflejos en las superficies metálicas con un nivel de detalle que a menudo pone los pelos de punta.