La historia nos expone la situación de un soldado llamado Joseph Turok, antaño miembro de una organización llamada Wolpack. Allí, fue adoctrinado y formado como soldado por Roland Kane, un hombre que le enseñó a aceptar sus raíces indias y a usarlas a su favor en combate. Por desgracia, la nueva organización de la que forma parte, Whiskey Company, ha recibido la misión de darle caza. De camino a ello son alcanzados por un proyectil que deja a los pocos supervivientes dispersos, indefensos, y lo que es peor: en un planeta lleno de dinosaurios. Ahora derrotar a su instructor se convierte en un objetivo secundario, puesto que deberá centrar toda su atención en intentar sobrevivir.
La profunda selva estará llena de recovecos que se nos da la oportunidad de explorar a nuestro antojo, y, sobre todo, de grandes explanadas llenas de bestias y secuaces de Kane. En consecuencia a esto, se ha apostado más por la sensación de conjunto que por el detalle gráfico, enseñándonos un motor competente.
La música también tiene su fracción protagonista, con unas composiciones orquestadas de lo más épicas y espectaculares. Y es que los momentos más bien puntuales donde hacen su aparición son un estupendo clímax en los tramos que lo requieren.